miércoles, 9 de septiembre de 2015
TEMAS DEL ARTE Y LA LITERATURA BARROCA
Durante esta época se buscan otras formas, otros enfoques y otros recursos (complicación, dificultad, exageración...) para expresar los mismos temas del Renacimiento.
Abundan los temas morales y religiosos (la fugacidad de las cosas y de la vida, la muerte...) debido al desengaño que siente el hombre.
Son frecuentes, también, los temas filosóficos, doctrinales y políticos (la naturaleza humana, el honor...)
En la poesía barroca conviven dos tendencias:
Lírica popular: Formada por villancicos, canciones de la lírica tradicional castellana y romances, también tradicionales (Romancero nuevo)
Es una lírica de lenguaje claro y sencillo.
Lírica culta: Formada por dos corrientes el conceptismo y el culteranismo.
Estos tipos de lírica intentan sorprender al lector con un objetivo: conseguir la belleza y la sorpresa. Los dos tienen en común la dificultad y el rebuscamiento a la hora de escribir, pero los culteranos se dirigen más a la sensibilidad y los conceptistas a los sentimientos
Culteranismo
La forma prevalece sobre el contenido. Lo importante no es lo que se dice, sino la manera complicada y difícil de decirlo.
Se utiliza un léxico culto, con numerosos latinismos, hipérbatos, perífrasis, cultismos...
Se usan metáforas complicadas y artificiosas.
En los poemas aparecen frecuentemente elementos de la mitología clásica.
El culteranismo crea una lengua propiamente literaria y alejada del habla usual.
Literatura del Barroco
Movimiento cultural e ideológico que se desarrolla en España y Europa desde finales del siglo XVI hasta comienzos del XVIII.
La época de esplendor del barroco es el siglo XVII.
El barroco se dio con más intensidad y duración en España debido a la fuerza de la Iglesia Católica y de la Inquisición.
El siglo XVII es, en general, una época de crisis y decadéncia.
España se encuentra gobernada por los Austrias (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) y pierde la hegemonía política y militar que había alcanzado en el siglo anterior
Las graves dificultades económicas provocan un descontento general.
La crisis económica, las continuas guerras, las epidemias y la emigración a América hacen descender la población española.
Aumentan las diferencias entre los distintos estamentos (claro contraste entre el lujo de la nobleza y la pobreza del pueblo llano)
Debido a la crisis sufrida durante este período, el hombre adopta una actitud escéptica, desconfiada y pesimista. Se tiene una visión muy negativa del mundo.
La realidad de las artes o la literatura es muy complicada. Está recargada, llena de contrastes, de contradicciones y de dinamismo.
El hombre barroco ve el mundo como un lugar caótico y está bsesionado con la brevedad de la vida y con el paso del tiempo. Esto se debe al pesimismo y desengaño que sienten ante el mundo.
Los hombres piensan que vivir es “un ir muriendo cada día”.
Temas de la literatura barroca:
La muerte.
El sentimiento amoroso vivido de forma desgarradora.
La apariencia engañosa de las cosas (famosa teatralización: la vida es una representación teatral, en la que Dios es el autor, y los seres humanos, los actores).
La insatisfacción y la soledad (el hombre se siente solo ante el caos)
Paralelamente, en el siglo XVII, el ser humano adopta una postura ascética (de menosprecio de todo lo terreno) y adopta una postura estoica(de resignación ante la desgracia)
En la literatura, para expresar el distanciamiento de la realidad se recurre a la exageración y a la decoración. Con esto se pretende distorsionar la realidad para marcar los contrastes, es decir, las cosas no se describen como son, sino como se ven a través de los ojos del escritor.
El artista y el escritor del barroco buscan la originalidad para provocar en el público la admiración y la sorpresa, y no se someten a ningún modelo ni a ninguna regla (a diferencia de los autores renacentistas)
La lengua literaria del siglo XVII destaca por la complicación en la forma o el contenido para que resulte difícil de entender.
La dificultad formal es sinónimo de belleza artística. Se trata de una creación de reflexión intelectual y no de emoción natural
La realidad de las artes o la literatura es muy complicada. Está recargada, llena de contrastes, de contradicciones y de dinamismo.
El hombre barroco ve el mundo como un lugar caótico y está bsesionado con la brevedad de la vida y con el paso del tiempo. Esto se debe al pesimismo y desengaño que sienten ante el mundo.
Los hombres piensan que vivir es “un ir muriendo cada día”.
Temas de la literatura barroca:
La muerte.
El sentimiento amoroso vivido de forma desgarradora.
La apariencia engañosa de las cosas (famosa teatralización: la vida es una representación teatral, en la que Dios es el autor, y los seres humanos, los actores).
La insatisfacción y la soledad (el hombre se siente solo ante el caos)
Paralelamente, en el siglo XVII, el ser humano adopta una postura ascética (de menosprecio de todo lo terreno) y adopta una postura estoica(de resignación ante la desgracia)
En la literatura, para expresar el distanciamiento de la realidad se recurre a la exageración y a la decoración. Con esto se pretende distorsionar la realidad para marcar los contrastes, es decir, las cosas no se describen como son, sino como se ven a través de los ojos del escritor.
El artista y el escritor del barroco buscan la originalidad para provocar en el público la admiración y la sorpresa, y no se someten a ningún modelo ni a ninguna regla (a diferencia de los autores renacentistas)
La lengua literaria del siglo XVII destaca por la complicación en la forma o el contenido para que resulte difícil de entender.
La dificultad formal es sinónimo de belleza artística. Se trata de una creación de reflexión intelectual y no de emoción natural
jueves, 3 de septiembre de 2015
Naturalismo
El naturalismo es un estilo artístico, sobre todo literario, emparentado con el realismo, basado en reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares. Su máximo representante, teorizador e impulsor fue el escritor Émile Zola.El Naturalismo se extendió a toda Europa en el curso de los veinte años siguientes adaptándose a las distintas literaturas nacionales. El naturalismo presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive.El Naturalismo, al igual que el Realismo, refuta el Romanticismo rechazando la evasión y volviendo la mirada a la realidad más cercana, material y cotidiana, pero, lejos de conformarse con la descripción de la mesocracia burguesa y su mentalidad individualista y materialista, extiende su mirada a las clases más desfavorecidas de la sociedad y pretende explicar los males de la sociedad de forma.
Algunas formas de naturalismo excluyen decididamente todo tipo de mecanicismo, como es el caso del materialismo dialéctico marxista —que puede englobarse también dentro del naturalismo—, para el que la realidad no está regulada por leyes mecánicas sino por la tríada hegeliana de la tesis, antítesis y síntesis.
Las tesis soteriológicas revisten excepcional importancia —como se pone de relieve en todo pensamiento religioso o de corte platónico—, en el naturalismo el hombre es un ser plenamente radicado en sí mismo y que en sí mismo adquiere todo su sentido. De ahí que el naturalismo suela desembocar en un humanismo radical, tal como aconteció con el naturalismo renacentista y con el del siglo XVIII. La perfección del hombre —según esta posición— se encuentra en el mejoramiento de su propia naturaleza, no en la mutación de ella.
Modernismo
Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo xix y principios del xx, durante el periodo denominado fin de siècle y belle époque.
Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o eleclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el hierro y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo xix.
Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.
Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación estrictamente realista.
Uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas (drapeado).
Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta el erotismo en algunos casos.
Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.
Aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas en contraposición con las características habituales del elemento a decorar. El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora.
Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o eleclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el hierro y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo xix.
Las características que en general permiten reconocer al modernismo son:
Inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
Uso de la línea curva y la asimetría; tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.
Tendencia a la estilización de los motivos, siendo menos frecuente su representación estrictamente realista.
Uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas (drapeado).
Actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando hasta el erotismo en algunos casos.
Libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas.
Aplicación envolvente del motivo tomando alguna de las características anteriormente mencionadas en contraposición con las características habituales del elemento a decorar. El elemento destacado de tipo orgánico envuelve o se une con el elemento que decora.
martes, 1 de septiembre de 2015
Casa Batló
La Casa Batlló es un edificio obra del arquitecto Antoni Gaudí, máximo representante del modernismo catalán. Se trata de una remodelación integral de un edificio previamente existente en el solar, obra de Emilio Sala Cortés. Está situado en el número 43 del Paseo de Gracia de Barcelona, la ancha avenida que atraviesa el distrito del Ensanche(Eixample), en la llamada Manzana de la discordia, porque alberga además de este edificio otras obras de arquitectos modernistas: la casa Amatller, que colinda con la de Gaudí, obra de Josep Puig i Cadafalch; laCasa Lleó Morera, obra de Lluís Domènech i Montaner; la Casa Mulleras, de Enric Sagnier i Villavecchia; y la Casa Josefina Bonet, de Marcel·lià Coquillat. La construcción se realizó entre los años 1904 y 1906.
La Casa Batlló es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en los profundos análisis efectuados por Gaudí de la geometría reglada. A ello añade el artistacatalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.
La fachada se hizo con piedra arenisca de Montjuïc, tallada según superficies regladas en forma alabeada. Las columnas tienen forma ósea, con representaciones vegetales. La carpintería es igualmente de superficies curvas, y las ventanas son de vidrios de colores de formas circulares. Gaudí conservó la forma rectangular de los balcones del edificio anterior, añadiendo unas barandillas de hierro con forma de antifaz, y dando al resto de la fachada una forma ondulada en sentido ascendente. Asimismo revistió la fachada con cerámica de pedazos de cristal de varios colores (su famoso trencadís), que Gaudí obtenía en los desechos de la vidriería Pelegrí, y cuya colocación dirigió personalmente desde el Paseo de Gracia. Para su diseño el arquitecto realizó diversas maquetas en yeso, que modeló con sus propias manos hasta conseguir la forma que buscaba, que recuerda el oleaje del Mar Mediterráneo o bien las sinuosas formas de la montaña de Montserrat.
Del conjunto de la fachada destaca la tribuna del piso principal —el de la familia Batlló—, que se extiende por los laterales hasta el primer piso, alcanzando 10 metros de altura. Presenta cinco vanos cubiertos con vidrieras policromas, y sostenidos por ocho columnas de forma ósea. Para su construcción Gaudí demolió toda la parte baja de la fachada, sosteniendo el resto con unos puntales de madera, en tan precario equilibrio que el constructor, Josep Bayó, temía que se caería, durante los cuatro días que duró la operación. El friso de la tribuna está rematado con motivos escultóricos de forma vegetal, aunque en el conjunto de la forma que adquiere la tribuna algunos estudiosos creen ver la forma de un murciélago.
Otro elemento característico de la fachada es su revestimiento con vidrios y cerámica de vivos colores, que crean diversos efectos visuales según la luz que incide en ellos. Para su confección, picó el anterior muro y lo recubrió de mortero decal, sobre el que colocó los vidrios del taller Pelegrí, combinados en diferentes tonalidades; sobre estos vidrios esparció a todo lo largo de la fachada una serie de discos de cerámica (un total de 330) fabricados de forma manual en Mallorca, realizados en arcilla con diversos colores de óxidos naturales, y confeccionados en cuatro tamaños: 15, 21, 27 y 35 cm.22
Otra de las singularidades de la fachada son sus balcones, realizados con hierro fundido y pintados de carbonato de plomo para evitar su oxidación, circunstancia que les otorga un color marfileño. Están colocados sobre peanas de piedra con forma de concha marina. Hay un total de nueve balcones, además de las cuatro terrazas situadas sobre la tribuna. Su forma evoca un antifaz o una máscara teatral —aunque hay quien ve en ellos la parte superior de una calavera—, excepto el balcón del desván, que tiene forma de flor o de bulbo vegetal, semejante al de untulipán o una alcachofa. Asimismo, el perfil quebrado y enroscado de estos balcones recuerda la forma de un pergamino. Casi todos tienen el mismo tamaño, excepto el del desván y el de la parte superior izquierda, que es una barandilla doble, con tres huecos. En 1983 los balcones fueron restaurados y recuperaron su color original, que se había oscurecido.Culmina la fachada una bóveda formada por arcos catenarios cubiertos con dos capas de ladrillo, recubierta con cerámica vidriada en forma de escamas —realizada en los Talleres Sebastià Ribó—, en tonos rojo, verde y azul, que recuerda el lomo de un dragón. En la parte izquierda hay una torre cilíndrica de forma bulbosa —semejante a una cabeza de ajo—, decorada con los anagramas de Jesús (IHS), María (M con la corona ducal) y José (JHP), y rematada con la típica cruz gaudiniana de cuatro brazos, orientada a los puntos cardinales. Una de las interpretaciones simbólicas que se ha dado a esta fachada es la de San Jorge luchando con el dragón, cuyas víctimas se hallan en la fachada representadas por las columnas en forma de hueso y los balcones en forma de calavera. Así, la cruz de cuatro brazos sería la espada clavada en el espinazo del animal, del que brotaría la sangre, presente en la cerámica roja de esta parte de la cubierta.El edificio presenta una fachada posterior que da al patio interior de la manzana, de igual forma ondulante y recubierta detrencadís de cerámica. El piso principal tiene un patio que sobresale del cuerpo del edificio, al que se accede por el comedor de la vivienda que fue de los señores Batlló. El resto de pisos tienen terrazas que dan a esta parte posterior del edificio, cubiertas con barandillas de reja metálica. La parte más destacada es la del desván, realizada con cerámica de vivos colores, con motivos florales y geométricos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)